En lo que a sentimientos y emociones se refiere, muchas veces es cierto eso de que el equilibrio resulta imposible.
Porque cuando pensamos con la cabeza entendemos de conveniencias, de consecuencias, de que puede que no siempre llevemos la razón y que las cosas no sean blancas ni negras.
Pero cuando utilizamos el corazón, o mejor dicho, cuando éste actúa por sí solo sin pedir permiso ni perdón, queda atrás todo raciocinio y, en numerosas ocasiones, no entendemos de grises ni colores intermedios.
Parecemos darnos de cabezazos contra la pared aceptando el hecho de que, en algunos casos, es imposible mantener el equilibrio.
Que nunca nos conformamos con lo que tenemos ni tenemos lo que realmente queremos, y que muchas veces es demasiado tarde...
Una de mis canciones preferidas de este gran grupo, ahora extinguido, con Iván Ferreiro a la cabeza.
Que lo disfruten! :)